Branding es un plan a largo plazo para desarrollar y perseguir las metas y objetivos específicos de una marca. Una marca no es sólo un producto, un servicio, un logotipo o el nombre de una empresa. Es mucho más que eso; abarca todo lo intangible, y es la intangibilidad lo que separa a las marcas unas de otras.
Una marca eficaz tiene un enorme valor para una organización, independientemente de su actividad, tamaño, volumen de facturación, etc. Pero, para que eso sea un hecho, implica, en primer lugar, la definición de una estrategia de marca sólida, una estrategia que establezca las bases para la construcción de una marca.
El branding es un conjunto de acciones concebidas para definir, gestionar y mantener determinados significados asociados a una organización, un producto o un servicio. Significa que tiene que estar en la mente de la gente durante el mayor tiempo posible. Así, una estrategia de marca debe convertir el servicio o producto en una solución única y deseada para los deseos y necesidades de sus clientes.
A la vez, la marca tiene que ser la correa de transmisión de la estrategia corporativa y de marketing de la empresa, un catalizador del cambio y una inspiración fundamental para todas las acciones, comportamientos y decisiones que la organización se esfuerce en tomar.
La marca también debe funcionar como una plataforma que permita dar coherencia a todos los mensajes internos y externos, dando respuesta y satisfaciendo los deseos de los consumidores de sus productos o servicios a corto, medio o largo plazo. Y, sobre todo, debe adaptarse constantemente al contexto, ya que todo está conectado.
El branding es una herramienta que utilizan las organizaciones para presentar y promover de forma atractiva y sostenible su marca, sus valores y su posicionamiento. Una estrategia de branding eficaz es vital para atraer y retener a clientes y consumidores.
En un mundo cada vez más competitivo, las empresas tienden a adoptar el branding como estrategia de diferenciación de la competencia y de crecimiento. Se trata de una estrategia que pretende fortalecer los puntos positivos de la organización, reforzar su imagen y atraer a clientes y prospectos.
Cuando se ejecuta correctamente, como lo hace Relaciones Públicas Portugal , permite a los clientes y prospectos mirar a la organización como un proveedor potencial de sus servicios o productos deseados.
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